jueves, 29 de junio de 2017

Peripecias de mamá: Ideas para el verano I

¡Hola a todos!

Ahora que llega el verano, es muy difícil llenar el tiempo de los peques que tenemos en casa. Por eso me he decidido a proponeros una serie de actividades para hacer con ellos. Para que os hagáis una idea, mi hijo tiene 4 años y ha colaborado en todas.

En la idea de hoy, hemos participado el Niño, mi hermana y yo. Mi hermana tiene un blog que se llama Creativo y Original, y que os recomiendo que visitéis, porque podréis coger un montón de ideas chulas. 

Lo que hemos hecho ha sido personalizar el bolso Stunsig de Ikea:



Para personalizarla hemos usado unos rotuladores textiles. En Ikea también tienen, pero en este momento justo en mi Ikea están agotados, asi que tuve que comprármelos en otro sitio.


Simplemente, ponemos un cartón en el interior para evitar que los rotuladores calen, y resaltamos los dibujos que más nos gusten.



Por último, mi hermana puso tres snaps de cierre, que se ponen tal y como cuenta en este post .



Fácil y rápido, ya tenemos esta tote bag personalizada


¿Qué planes tenéis vosotros este verano? Contádmelo en los comentarios

martes, 20 de junio de 2017

La casa del compás de oro, de Begoña Valero



Como en otras ocasiones, Edición Anticipada me ha invitado a leer uno de sus libros. Esta vez ha sido La casa del compás de oro, de Begoña Valero. Esta es la sinopsis:

Villa de Lyon, 1532. Christophe y su mejor amigo Pierre se acercan, siempre que pueden, al pequeño taller de François Goulart para leer las pruebas de imprenta que se exponen en la ventana. Si detectan un gazapo, les recompensará con una moneda. Aunque hay otra razón más poderosa: Marie, la pelirroja hija del impresor, que atiende a esos dos críos con una sonrisa picarona fingiendo no darse cuenta de la admiración que despierta en Christophe.

Un día los dos muchachos encuentran en la imprenta algo que no deberían haber visto y el terrible secreto llega a oídos de un clérigo. Lo que sucederá después dejará en Christophe una huella indeleble, un sentimiento de culpa y un deseo de hacer justicia. Esos mismos libros que ha empezado a amar pueden contener ideas que abren los ojos a muchos, pero conducen a la hoguera o al campo de batalla.

La aspiración de Christophe Plantin por elevarse sobre sus humildes orígenes y aprender un oficio le llevará de Lyon a Orleans, Caen, París y Amberes, en un tiempo marcado por los conflictos religiosos entre católicos y protestantes que desembocarán en las encarnizadas guerras de religión que devastaron Francia y Flandes. Gracias a amigos insospechados, con astucia e inteligencia, pero sobre todo trabajo y constancia, lo aprenderá todo sobre los libros. Siempre al borde de la ruina, resurgirá tras cada revés del destino y acabará convirtiéndose en el mayor impresor y editor de su época.

Tanto la ambientación como la documentación de la autora son impecables. Se narra perfectamente la vida en esa época, y las luchas religiosas continuas en función de la persona que gobernara. También están perfectamente explicada la labor de los impresores y el funcionamiento de las prensas con caracteres móviles. 

Todavía quedan resquicios de la quema de brujas y de la labor de la Santa Inquisición. La gente vive con miedo por las acusaciones de herejía de sus vecinos, y así es como empieza esta historia. Pasarán por épocas de persecución a los hugonotes, de ataques a los cristianos, y momentos de relativa calma solo por el capricho del rey de turno.


Esta novela está inspirada en hechos reales, pues Christophe Plantin fue un impresor real en la Amberes del siglo XVI. Es novela histórica, por lo que la narración prima sobre la acción, y a mi, que no me gusta la historia, se me ha hecho un poco pesada.

Para mi gusto, a pesar del buen trabajo de investigación, la novela resulta algo sosa, y al terminar te quedas con la sensación de que "falta algo". Sin embargo, es un libro que recomiendo totalmente si eres fan de este género literario.


Sobre la autora:

Begoña Valero es natural de Banyeres de Mariola (Alicante) y vive en Valencia. Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia, trabaja en la Generalitat Valenciana. Es autora de El trabajo de los libros (Editorial Denes, 2012). La casa del Compás de Oro es su nueva novela.

martes, 13 de junio de 2017

Leemos con Boolino: ¡Pinta con tus manos y pies!, de Jacky Bahbout y Momoko Kudo

Dentro de nuestra colaboración periódica con Boolino, en esta ocasión traemos un libro muy especial porque no está orientado a la lectura, sino a la creatividad. Se trata de ¡Pinta con tus manos y pies!, de Jacky Bahbout y Momoko Kudo.


En cada página puedes dibujar con tus manos o tus pies, trazando sus contornos o mojándolos en tinta y plasmándolos en el papel. Además, cada página se puede separar para enmarcarlo o regalarlo a quien tú quieras. 


Como podéis ver, se indica la parte del cuerpo con la que debes completar la imagen, aunque también dejan algo para la imaginación del niño.


Las primeras imágenes nos quedaron regular, pero vamos perfeccionándolas con la práctica. Para estampar hemos utilizado témperas y estas esponjas entintadas de Imaginarium.



Desde Boolino recomiendan este libro para niños de 4 a 6 años, y por nuestra experiencia, con 4 años los niños necesitan algo de ayuda. Ha sido una actividad perfecta para estos días de tanto calor que no nos han dejado salir a la calle. 

martes, 6 de junio de 2017

Peripecias de mamá: Corremos contra las enfermedades raras

¡Hola a todos! Este fin de semana hemos participado en la 2ª Carrera Solidaria Infantil contra las enfermedades raras. 

Esta carrera ha sido organizada por la Asociación Solidaridad con nuestros niños, una asociación para ayudar a las familias de niños con enfermedades raras. A través de eventos solidarios, mercadillos y rifas recaudan dinero para las necesidades diarias de estas familias: desplazamientos para revisiones médicas,  pago de terapias, compra de sillas adaptadas...

Así que, el pasado domingo, nos plantamos con la camiseta que crearon especialmente para la ocasión, decididos a ganar la carrera. 900 niños y niñas estaban inscritos, y organizaron las carreras en función de la edad, variando las distancias. En nuestro caso, los niños de 3 y 4 años corrían 50 metros, mientras atravesaban nubes de colores.




Al final de la carrera, todos los niños recibieron una medalla, y un sobrecito de polvos de colores. Por favor, para el próximo año, mejor polvos no, que acabamos todos perdidos.



Fue una mañana estupenda. Además de pasarlo bomba, colaboramos con la Asociación. El año que viene seguro que nos apuntamos también.